El diario El Mercurio entrevistó a Felipe Briones, director de Trayecto, para conocer cómo se creo Trayecto Comunicaciones.

Hay pocos casos en el mundo de venta de libros dentro del tren subterráneo y la librería Trayecto, en estación Los Leones, es uno de ellos. Entre los andenes, hoy celebra su tercer aniversario con muy buena recepción del público y potenciando su editorial.

La historia de la librería Trayecto partió con un fracaso. “Tras publicar un libro con relatos de hinchas de Colo Colo, conocí el mundo editorial y decidí instalar una librería. Quedó muy bonita y amplia, en un segundo piso de Vitacura. Pero entraba muy poca gente”, relata Felipe Briones, uno de los dueños de Trayecto. “Necesitaba estar donde circulara mucha gente y pensé en el Metro de Santiago”.

Si bien el metro cuenta con Bibliometros en algunas estaciones (lugares para préstamo de libros, que son parte del sistema de bibliotecas públicas), en sus pasillos interiores nunca se había instalado una librería donde se pudiera comprar libros. Había lugares de venta de alimentos y otros productos de primera necesidad, pero no librerías.

La iniciativa de una nueva librería planteado por Felipe Briones y su socio Andrés González sorprendió a las autoridades del ferrocarril subterráneo, que se lo quedaron pensando. Finalmente, los llamaron y les ofrecieron un local dentro de la zona paga de la estación Los Leones. El local está en el piso -3 (en la conexión con la Línea 6) y su acceso más cercano es la entrada del metro de Suecia-General Holley. En Trayecto pueden comprar libros los que acceden a esa estación pagando pasaje y también cualquier pasajero que va de viaje y decide bajar a adquirir un libro, para luego retomar su recorrido.

Pese al escepticismo de muchos, la iniciativa ha tenido positivos resultados. Según Briones, una de las razones es que su oferta de libros es diversa y variopinta, al igual que los pasajeros que circulan por el metro.“Tenemos una variedad de libros procedentes de 90 editoriales, desde novela negra hasta cómic y tarot. Además de juegos de mesa y mangas japonesas”, explica.

En los mesones se divisan obras más literarias, como el libro “Hamnet”, de Maggie O’Farrell, y novela negra de Jo Nesbo, pero también ficciones románticas, autoayuda y deportes, además de historia, medicina y poesía. “Aquí entran desde escolares hasta gente muy mayor”, dice Briones. El momento de mayor concurrencia suele ser entre las 18:00 y 20:00 horas.

La librería se instaló en julio del 2019 y a poco andar surgió la pandemia. “Fue difícil, pero decidimos potenciar la venta online y el reparto a domicilio a todo Chile, vigente hasta hoy. También ampliamos nuestra presencia en redes como Instagram, un canal importante, donde tenemos más de 30 mil seguidores”.

Texto por Elena Irarrázabal.

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